El funcionamiento de los mecanismos responsables del aprendizaje social en las personas con trastorno del desarrollo se manifiesta perturbado:
_el interés por la participación activa en situaciones de interacción social con sus iguales tiende a estar disminuido.
_su capacidad de imitación social se manifiesta generalmente alterada y frecuentemente ausente.
Estas dificultades le impiden adquirir su repertorio de habilidades sociales de forma natural e intuitiva, por ello se ven oblidagos a recurrir a sus habilidades cognitivas y aprender mediante programas formales de enseñanza explícita y estructurada lo que otros niños aprenden en el curso de sus interacciones cotidianas.

29 de abril de 2012

Anécdotas

Ya estoy terminando esta segunda fase y como he podido comprobar gracias a vuestras críticas constructivas, he realizado muy pocas entradas en las que redacte mi experiencia. Por ese motivo he decidido añadir un par de entradas finales a esta fase donde espero subsanar esa carencia de mi blog.


Ya conocéis, por otras entradas, las dinámicas que se realizan en los talleres, pero ahora os quiero contar diferentes anécdotas que  me ocurrieron en el desarrollo de los mismos.


Taller de Juegos para el desarrollo de habilidades sociales.


Destinatarios niños de 4 a 5 años


Cuando entran en el aula, a veces entran pidiendo el premio directamente, o a veces quieren “ya” jugar con los coches. Pues una de las estrategias que usamos es apoyarnos en ese reloj de colores que tenemos en la pared. Es una línea del tiempo con diferentes franjas que marcan momentos distintos (explicado en las primeras entradas) Para que pueda comprender que no es momento de jugar con los coches, le decimos: “qué bien! Jugar con los coches. Mira, ¿sabes qué pasa? Que ahora nos sentamos y nos saludamos. Así que vamos a dejar aquí al coche (pictograma del coche plastificado y con velcro para poder pegarlo a la pared) y le decimos al coche: “espera, espera coche que ahora vamos a saludar” Son muchísimas las veces que ellos mismos dicen “espera, espera coche que ahora nos vamos a saludar” mientras se sientan en la silla. Es así como nos damos cuenta de que lo han entendido e interiorizado.


Destinatarios niños de 5 a 6 años


Este grupo de niños hace mucho tiempo que trabajan juntos y se les nota mucho la complicidad entre ellos a pesar de ser niños con TEA. En diferentes ocasiones se contagian el estado anímico, cuando uno de ellos viene alterado y catando a gritos, resulta complicado conseguir que vuelva a la calma. Ya ha ocurrido varias veces, pero nuestra labor es regular esa conducta. Por lo tanto intentamos desviar su atención hacia otra cosa de su interés, o le recordamos que gracias al cumplimento de las normas podrá conseguir fichas canjeables al final por chuches. Esta suele ser la solución más utilizada, pero no debemos abusar de ella porque puede llegar a resultarle indiferente. En otras ocasiones le recordamos que si ahora se comporta así, lo que consigue es que el tiempo (uno de los momentos dentro del reloj de colores) de jugar con los juguetes (y aprovechamos a recordarle su juguete favorito –estos días demuestran predilección por la caja registradora-)se haga más pequeño. Mientras le damos esta información le mostramos el círculo que tenemos dividido en quesitos de colores y despegamos uno de ellos para aproximarlo más a otro y así comprenden esa disminución temporal de la que le estamos hablando. Cuanto más apoyo visual utilicemos mejor nos comprenderán.

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